viernes, 29 de mayo de 2015

TAI CHI CHUAN CON ARMAS

SORPRENDENTE MAESTRO

TAICHI CON ESPADA

Aún recuerdo con exactitud la tarde que practicamos Tai chi con armas. El maestro empezó a repartir sables, lanzas y palos. Él sabía que yo lo estaba pasando mal por mi impaciencia y la larga espera. Con cada objeto que entregaba a un compañero, la decepción. Me dejó para el final, la última.



Pensé que ya no quedaría nada para mí cuando con voz muy baja me dijo:
 — “Te he guardado lo mejor, lo más elegante y adecuado a tus manos”. Y desenfundó como con un susurro una extraordinaria espada recta de doble filo de cuya empuñadura colgaba un reluciente borlón rojo.

TAICHI CON ESPADA


Su uso es más complicado de lo que parece porque pasar su hoja cerca del propio cuerpo te arriesga a un corte sobre uno mismo.
Era una réplica de exhibición. Todo un ritual de saludos, pasos, giros, movimientos de ataque y defensa. Fue un privilegio para mí aprender el Arte de la Espada, quizá porque valoro el poder y la responsabilidad que representa.

TAICHI CON ESPADA


Comprobamos que puede ser muy dulce y elegante en mis manos.
¡Fueron sensaciones perfectas!
También aprendí a tener mucho respeto por las armas porque sirven para defender la vida, y también para quitarla.
Ese día fui feliz.

"La fuerza más fuerte de todas...Es un corazón inocente". (Víctor Hugo)

TAICHI CON ESPADA

Desde entonces soy consciente de que todos estamos en posesión de una extraordinaria espada, la palabra. Y siempre hago buen uso de ella tal y como me enseñó el Maestro.



Melodía…

                              

…libros a la deriva…